Seleccionar página

Me llamo María y soy una adicta tecnológica.

(¡Hooooooola, María!)

Os voy relatar cómo se vive sin móvil. Ufff. Cojamos aire.

Como todos los adictos, no he sido consciente de ello hasta que he tenido que prescindir del objeto de mi adicción, y no ha sido ni consentido, ni voluntario. Veréis, ir a hacer la compra es más peligroso de lo que parece. Me explicaré.

 

Día 1. La pérdida.

 

Todo comienza al ir a hacer la compra a una conocida cadena de supermercados (cuyo nombre no mencionaré porque no me patrocinan el post y porque no hace falta). Sucede a cámara lenta (qué irónico, ¿verdad?), la pantalla cae boca abajo y se resquebraja entera. Lo cojo y nada funciona, no se puede ni desbloquear. El diagnóstico no es agradable. Vivir sin tecnología en 2019, es duro.

Adicta tecnológica (1) - mariaros.es

Mis dedos buscan las teclas y echan de menos el contacto de la pantalla táctil. Pero todo sigue. Yo me siento la persona más torpe del planeta, y nadie parece notarlo. El mundo puede ser indiferentemente cruel a veces.

No tienes redes sociales, Instagram, Facebook, Twitter, ¡Whattsapp! Nada. ¡Quién me iba a decir que te necesitara tanto Google Maps! ¡¡Como la trucha al trucho, carajo!!

    • Me cruzo con una vecina y me saluda. Devuelvo el gesto, pero mi mano duda, ¿levanto el pulgar, toda la mano abierta, dos dedos en plan «paz, hermana», basta con un «ok»? Aaaggg. ¡Qué patosa me he vuelto!
    • Una amiga me cuenta una situación complicada, cuando me pide consuelo los emoticonos se amontonan en mi cabeza. Me los sacudo con un movimiento brusco, ella alucina, mi torpeza asoma de nuevo al no saber verbalizar mi comprensión.
    • Hay una fiesta, ni me entero. Nadie sabe cómo contactar conmigo sin teléfono…

Pero quod factum est. O lo que viene siendo en cristiano: lo hecho, hecho está.

¿Os dais cuenta? Sin el móvil jamás habría escrito eso en latín y no habría quedado tan bien.

 

Día 2. Tengo mono. 

 

Próximamente, en los mejores cines… Tendréis que esperar al próximo post. Estad atentos, os avisaré para más hazañas de esta adicta tecnológica. Ahora voy a hacer cosas importNO SÉ QUÉ VOY A HACER AHORA, ¿VALE? ¡TODAVÍA NO ME HE ACOSTUMBRADO A ESTAR SIN MÓVIL!

Siento levantaros la voz. Estoy desorientada.

Hasta luegui. 🙂