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Querida hija,

Como madre seré una pesada toda mi vida y querrás que te deje en paz en muchas ocasiones. Pero quiero decirte algo, es importante. Hoy es Sant Jordi y todo el mundo está emocionado con los libros. La pena es que esa fiebre lectora dura lo que dura la festividad. Por eso estoy aquí, escribiéndote, no quiero que te pase a ti. Me gustaría contagiarte una de mis pasiones. Así que, por favor, nunca dejes de leer.

Leer vale la pena porque es algo que siempre, absolutamente siempre, suma. Clic para tuitear

Leer te hará soñar, te ayudará a encontrarte a ti misma y, a la vez, te permitirá perderte en un mundo tan inmenso y tan precioso como tú te permitas. Leer te dará herramientas para afrontar el mundo, para ser valiente, para no dejarte amedrentar.

Leer te hará feliz. Por lo que, de verdad, nunca dejes de leer.

Espero que leas. Deseo que leas. Ojalá sepa inculcarte ese hábito…

No quiero ser de esas madres plastas que fuerzan a los hijos a tener sus mismos gustos, pero ojalá tengas ese mismo deseo inmenso que tengo yo de soñar, de buscarte, de perderte entre las páginas de un buen libro, e incluso de encontrar un lugar para ti en todas esas historias.

Leer es como vivir, hija mía, vale la pena. Leer es como respirar, sino lees, te ahogas, te falta el aire, te quedas sin armas ante la vida.

Por eso me gustaría que compartiéramos esa afición, creo que es uno de los mejores regalos que puedo darte como madre. Por lo que voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que sepas qué es leer, qué es de verdad, y deseo con todas mis fuerzas que te atrape con la misma fuerza que a mí.

Quiero ser mujer, mujer de ejemplo para ti. Así que te animo, querida hija, te insto con muchísima ilusión a que abras tu primer libro y te zambullas en sus páginas. Y déjate llevar, simplemente eso, sé feliz entre sus líneas.

Tu madre que te quiere.

Fdo: María Ros